martes, 10 de julio de 2012

Consejos para Perdonar


1 - Libérate del pasado
Una de las principales razones para perdonar es dejar partir el pasado de nuestras vidas. Perdonar no significa olvidar, significa recordar sin dolor. Todos tenemos memoria, y las experiencias de vida quedan grabadas en ella, pero cuando perdonamos, rompemos una cadena que nos mantenía atados al pasado, liberándonos del resentimiento y el dolor, dejando el camino claro para vivir en el presente.

2 - Deja partir a la víctima
La víctima siempre necesita un victimario, le atrae. Dejar el rol de víctima, es un paso importante para perdonar. La víctima no está interesada en perdonar, porque sería quitarle el motivo de sus lamentaciones. Reconocer nuestra víctima es empezar a retomar nuestro poder. La víctima dice: “¿Por qué me pasa esto a mí, tan buena que soy?”, Mientras que quien está conectada con su poder dice: “¿Qué debo aprender de esta situación?”. Hay una gran diferencia en la forma de enfocar el problema. Así que, a partir de hoy comienza a afirmar: “Yo_________soy una persona poderosa”.

3 - Renuncia a la crítica y al juicio
Cuando juzgamos a los demás, nos olvidamos por completo de la esencia divina que todo ser humano lleva dentro. Tener compasión no es lo mismo que sentir lástima por los demás, eso es arrogancia. La compasión es comprender que, seguramente la otra persona que cometió un agravio en contra tuya, probablemente no tiene una vida feliz. No sabemos las causas por la que se ha comportado de esta manera y su situación emocional en este momento. Esto no quiere decir que debemos estar de acuerdo con sus acciones.
4 - Libérate de los pensamientos negativos
Según los científicos tenemos 60.000 pensamientos diarios, y la mayoría de ellos se enfocan en lo que no queremos. Hay muchas maneras de “controlar” los pensamientos negativos y la más práctica y sencilla forma de hacerlo es redireccionar los pensamientos en lo que sí queremos. Otra herramienta muy poderosa son las afirmaciones, podemos sustituir un pensamiento negativo por una afirmación positiva, por ejemplo: “Nunca perdonaré a …” , Es mejor pensar: “Yo________perdono a _________ completa y amorosamente”.
Perdonar es un trabajo de purificación, al decidir hacerlo, nuestros pensamientos se hacen más ligeros.

5 -Aprende de las experiencias negativas
En cada situación negativa hay un lado positivo. Recuerde que la pregunta correcta es: ¿Qué debo aprender de esta situación? Si conseguimos entender cuál es la enseñanza, hacemos un salto cuántico en nuestro proceso de crecimiento personal. Y si no … permaneceremos pegados con la víctima, y pasaremos mucho tiempo, estancados en nuestra evolución.

6 - Permite que los demás tengan la razón
Es mejor ser feliz que tener la razón. ¿Por qué siempre queremos tener la razón? ¿Por qué siempre queremos ganar?
Cuando alguien te diga que el cielo es verde, en vez de pelear o querer imponer tu forma de ver las cosas, evita la discusión y dale la razón. Tú sabes que el cielo es azul, pero lo que no sabes es el motivo por el cual la otra persona hace esta afirmación. Quizás es daltónica, quizás sólo quiera fastidiar. En el momento que das la razón a la otra persona, sus intenciones pierden energía y evitas una discusión. Acuérdate de esto : “Cuando uno no quiere, dos no se pelean.”
7 - Busca tu paz interior
Somos infelices cuando no estamos en paz. Hay muchas maneras de recuperar la paz: Hacer yoga, meditar, escuchar música, hacer afirmaciones … Pero hay una que es muy efectiva: PERDONAR. Cuando perdonamos sentimos una sensación de alivio, como si nos hubiéramos quitado una carga de encima. Esta acción produce paz interior; por el contrario, el resentimiento, el rencor, nos desconectan de la paz. Si queremos un mundo mejor tenemos que, inevitablemente empezar por nosotros mismos.
 
8 - Reconoce que eres un ser de Luz
Es muy importante reconocer que eres un ser de luz, un Hijo de Dios. Mira a los ojos de los demás, ahí está Dios, no importa lo que sea esa, persona, ahí está Dios.
En algunos casos es difícil reconocer la luz en el otro .Aunque este ser haya cometido errores en su vida, su esencia sigue siendo la misma: un ser de luz, que por circunstancias de la vida tomó un camino “equivocado”, llenándose de oscuridad, no por ello deja de ser un hijo de Dios.
Reconocer la luz en los demás es un acto de amor.

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