Erase una vez, un consejo galáctico que fue convocado, y la Llamada Mítica fue enviada hacia incontables seres de luz.
Este gran círculo de seres de luz se reunió desde lugares muy lejanos. En el sitio fijado, el Amor de las galaxias girando, el Gran Espíritu, entró en ellos, bendiciéndolos con la luz celestial, y les dijo las siguientes palabras:
"Están invitados a encarnar en un mundo donde va a tener lugar una gran transformación. Los que respondan a esta llamada, irán a un lugar de evolución planetaria en donde las ilusiones de miedo y separación son sus más fuertes maestros. Los llamo a ustedes porque son necesarios como talentos y regalos, para actuar allí como mis emisarios para elevar y transformar las frecuencias del planeta Tierra, simplemente anclando y encarnando la presencia del Amor en ese lugar. En este mito, ustedes serán los creadores de una nueva realidad, la realidad de la Octava Dorada. En otros días, cada uno de ustedes han probado ser unos navegadores de corazón, capaces de despertar la conciencia y alinear el corazón hacia el puro amor y el servicio en compasión. Como Corredores del Sol, como portadores de la antorcha, ya han demostrado que pueden sostener una elevada luz. Por esto los invito a que encarnen en masa entre todas las tribus de la Tierra para ayudar a Gaia y a todos sus hijos en su transformación. Parte del plan es que sean cubiertos por el olvido..."
"De todas maneras, como recordarán el sentimiento de la inocente infancia y de la verdad, llegarán a tener el permiso armónico durante este ciclo de iniciación de la Tierra. Encarnarán estratégicamente, a menudo, en las más densas áreas vibratorias del planeta. Para algunos, la ilusión de separación desde el amor, puede crear sentimientos de desesperanza, falta de ayuda y de alienación. Pero abrazando vuestra humanidad, vuestro Amor transformará las profundidades de la dualidad y vuestra Luz hará que muchos tengan más claridad. Vuestra participación en ello es totalmente voluntaria; de todas maneras esta transformación, que cambiará la tierra, es muy rara y apreciada. De aceptar esta misión, tendrán la oportunidad de catalizar y sintetizar todo lo que hayan sido durante muchas reencarnaciones, recibiendo a cambio un salto cuántico en vuestra conciencia. Esta se manifestará en ustedes; danzarán con la Tierra Gaia y sus hijos a medida que ella complete su ceremonia de luz..."
Así hablo el Creador, la Luz de las galaxias que giran. Y así sucedió que los seres luminosos que formaban incontables alianzas, federaciones y consejos fieles a las estrellas, eligieron encarnar en el planeta Tierra, para ayudar en ese evento crítico, el despertar del sueño planetario. Este fue el proceso de seguridad construido por el plan para despertar a esos seres de la ilusión, de la separación y del olvido, ya muy comunes en la Tierra. El luminoso que quisiese viajar para ayudar a Gaia debía estar de acuerdo en despertar la memoria de los otros. De ese modo, esas semillas estelares fueron codificadas de diferentes maneras con sonidos, colores, imágenes de luz, palabras y símbolos; una resonancia vibratoria que les ayudaría a recordar su cometido con la luz. Fue acordado que esas claves en código aparecerían en cada lugar: en el arte visionario, en la música, en miradas penetrantes, en el habla y en los sentimientos, todos creando una profunda añoranza para el despertar y llegar a ser la encarnación de la luz y el amor....
Así es que los Niños del Sol han sido ahora bañados en las aguas del recuerdo, preparados para cumplir la promesa del nuevo y antiguo mito. Simplemente anclando la presencia del Amor en la Tierra, ustedes están amorosamente dibujando el manto de los Dioses, enviando olas de Amor sanador a través de todos los ilusionados y receptivos cuerpos de Gaia. A medida que vayan emergiendo en estos momentos, su realidad presente despierta y fortalece a otros. Usando las herramientas de la risa, las canciones, la danza, el humor, la alegría, la verdad y el amor, están creando ese poderoso surgimiento de la transformación, que también transformará las limitaciones del viejo mito de la dualidad y la separación, naciendo el milagro de la unidad y de la paz sobre la Tierra. Usen vuestros presentes, en nombre de Gaia y sus hijos, para que asciendan en rosas de luz formando un cuerpo luminoso de Luz de Amor, para renacer entre las estrellas.
La Llamada Mítica ha sido escuchada. La gran búsqueda ha comenzado.
Dejen de lado toda duda.
Vayan donde el corazón los lleve para compartir los regalos de luz, rodeados por la magia de la luz.
El milagro se manifestará en la Tierra...
(Autor: desconocido)
No hay comentarios:
Publicar un comentario