domingo, 13 de marzo de 2011

Renunciar al “Yo” por el “Nosotros”


El sentido común nos dice que lo que decimos y lo que hacemos es un reflejo de lo que pensamos y lo que creemos. El Zóhar plantea la siguiente pregunta: Puesto que nuestras acciones son una manifestación de nuestro pensamiento, ¿por qué no enfocarnos en cómo pensamos en lugar de cómo nos comportamos? ¿Acaso no resulta más fácil lidiar con algo antes de que se convierta en otra cosa? Cuando el caos se ha manifestado ya es demasiado tarde.

No hay duda de que la conciencia es vital. Pero lo que realmente importa es lo que resulta de ella.

Si es cierto lo que los kabbalistas nos enseñan, que nuestra conciencia crea la realidad, ¿por qué no podemos manifestar nuestros pensamientos? ¿Dónde está el bloqueo?

A menudo existe una brecha entre lo que queremos hacer y cómo actuamos. Pensamos: “Muy bien, tengo que hacer restricción; mostrar amor a todo el mundo; no juzgar”, y lo siguiente que hacemos es decir algo cruel e hiriente.

Nuestras acciones visten a nuestra alma. Las acciones negativas dejan impresiones que mantienen al alma bloqueada de su fuente: la Luz. Por ejemplo, si una persona te hace una pregunta y tu respuesta la hiere inintencionadamente, se crea una capa de separación entre tu alma y la Luz. Todas estas reacciones no planificadas hacen que las capas sean tan gruesas que se vuelve cada vez más difícil actuar siguiendo tus mejores pensamientos.

Queremos a nuestras almas gemelas, queremos buena salud, queremos prosperidad… pensamos que estamos preparados, pero en un nivel más profundo no lo entendemos.

Hay algo más: nuestras acciones y las cosas que decimos no sólo están conectadas con las capas negativas. Cuando son positivas crean un escudo protector. Y también son acumulativas.

El Zóhar dice que si no estamos dispuestos a renunciar al YO, acabaremos siendo nada.

Esto es lo que hacemos: siempre que estamos ocupados con pensamientos sobre nosotros mismos, nos separamos de la Luz. Así que olvídate de lo que “yo” pienso, lo que “yo” veo y lo que “yo” creo. Desconecta tu ego.

Hay todo un mundo ahí fuera más allá de nuestro sentido separado del YO, y cuanto más desarrollamos nuestra conciencia del NOSOTROS, más Luz entra en nuestra vida. Si nos liberamos de los miedos, las obsesiones, la depresión, la inseguridad y la duda que genera nuestro ego, todo nuestro pensamiento negativo se desvanece.

Esta desconexión crea una protección y una conexión positiva para nuestra alma, de forma que la próxima vez que estemos al borde del enojo, nuestro mecanismo de seguridad se activará y el mensaje que transmitiremos estará lleno de Luz. ¡Qué gran sensación de poder y júbilo!

Esta semana se trata acerca de cerrar la brecha entre nuestras intenciones y lo que manifestamos en este mundo. Empujémonos a nosotros mismos para detener la adicción a nuestro ego y enfoquémonos en el NOSOTROS. No será fácil. Pero desde un punto de vista espiritual, la energía extra está ahí para ayudarnos a hacer el salto. Así pues, que empiece la fiesta.

Que tengas una semana maravillosa.
Todo lo mejor,
Yehuda

Fuente: Sendero Espiritual

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