07 de octubre de 2010
El trabajo es del Espíritu, condicionado por su baja condición humana y tratando de recuperar lo que les pertenece. Bienvenido de nuevo a nuestro trabajo, querido.
La conciencia humana se encuentra zarandeada de un lado para otro como un navio en una tormenta. Esto es realmente lo que está sucediendo, y así es como deberían sentirse.
De pronto la atención está en un sitio, en un lugar, en un acontecimiento, de pronto se mueven a otro sitio, a otras personas, lugares.
Así es como navegan. ¿Pueden imaginar ser un timonel en el que cualquier destello en el horizonte hace girar el rumbo de su navío?
Así es como actúa la mente humana en la forma en que lo conocen, y se sienten tan desvalidos y tan faltos de motivación…
Innumerables estímulos atraen su atención, pero ¿Dónde están ustedes?
¿Quiénes son ustedes ante la adversidad de una tormenta? ¿Acaso no han definido sus reales intenciones, sus nobles propósitos? ¿Acaso no saben a qué puerto desean llegar?
¿Acaso no sienten ese hondo vacío que hay detrás de tantas motivaciones irrelevantes e impersonales? Digamos que ahora hay toda una flota que partió con un rumbo muy claro.
Ustedes son los navegantes en este tiempo, ustedes son quienes definitivamente tienen que unir los puertos que acercarán distintos mundos para confrontarlos en armonía, contactarlos para unirlos e integrarlos.
Ustedes son ahora los exploradores que han de dibujar el nuevo mapa, quienes trazarán las rutas y quienes establecerán las comunicaciones.
Ustedes están acercando dos mundos y ya hace tiempo que tomaron esa decisión. Estén seguros de haber agarrado bien el timón.
¿Pero cómo es que aún los más osados se desvirtúan en los pormenores de sus vidas? ¿Cómo es que se pueden sentir fatigados, perezosos, aún a sabiendas de lo que les espera y, aún más, de lo que están logrando?
¿Acaso hay algo más satisfactorio para sus almas aventureras? En ocasiones les entra la duda, o quizás una añoranza, del lugar que dejan atrás pero ¿De qué otra forma pueden explorar lo desconocido?
No sientan nostalgia por lo que dejan atrás, del mismo modo que un niño no añora volver a ser bebé. Sientan la vitalidad que hay en sus vidas y en lo REAL de lo que están creando.
Ustedes están creando vida, ustedes están mimetizados con aquello que se preserva y que es de naturaleza eterna.
Ustedes los Trabajadores de la Luz son quienes fuertemente deben realizar su tarea y deben entregarse con veracidad y honestidad, con la fuerza de la vida que llevan dentro.
No tienen otra opción porque ustedes no desean otra opción, este es su propósito y no deberían tener ninguna duda.
El niño cuando crece no duda, acomete sus intenciones. No es peor equivocarse que no atreverse a realizar algo.
Confíen en su auténtica vocación y en la razón por la que han elegido estar aquí.
Confíen. El instrumento definitivamente es la voluntad, háganla clara y evidente a ojos del mundo porque ese mundo tiene que mirarlos, tiene que volverse a ustedes para poder saber en quién confiar.
Muéstrense como son y no se traicionen a sí mismos, no sientan vergüenza en ningún momento por lo que ustedes son.
Cuántas cosas desaparecen cada día sólo debido a la poca importancia, a la poca relevancia que ponen en sus vidas.
Agarren fuerte su propósito y declaren al mundo su amor por esta vida, Declaren su amor y su fe hacia lo que Es.
Ustedes son tan amados y sin embargo se sienten tan solos.
¿Y quienes desean que les acompañen en este camino? ¿Quiénes esperan que estén ahí con ustedes?
Acaso no ven que no necesitan nadie más, pues ahí estamos todos nosotros y ustedes esperando reencontrarse con su familias estelares.
Desde nuestra perspectiva ustedes siguen siendo unos niños, aún aprendiendo, aún creciendo, aún cayéndose y llorando.
Y tan sólo necesitan verlo de esta manera, como que ustedes aún no han alcanzado un grado suficiente como para entender la maravilla de la creación.
Algunos de ustedes justificados por su edad en la Tierra, o escondidos tras el entretenimiento en sus vidas, creen que no necesitan tantas lecciones.
La verdad es que su proceso de aprendizaje apenas a comenzado y tienen que tratar de abrirse a la totalidad de la creación divina.
Ustedes no pueden permitir que se instalen en sus mentes fronteras ni murallas.
Ustedes no tienen que rebajar sus expectativas de crecimiento, deben cuidar al niño que son y que está aún por crecer.
Recuperen esa inocencia, vuélvanse blandos, lloren, pidan, ríanse y jueguen.
No les insto a que tengan comportamientos infantiles sino a que reconozcan la naturaleza del proceso de sus vidas, y especialmente del lugar en el que se hallan.
Les queda tanto por aprender y sería una pena que se hubiesen cansado tan pronto.
Les reconocemos que es una ardua tarea la que tienen entre manos, pero ¿Acaso podría ser más gloriosa?
Si, querido, hay tantas materias pendientes para ustedes que la lista es interminable.
Todo está siendo sometido a revisión y así seguirá siendo quizás por siempre porque ustedes no dejarán de aprender, y se expandirán, y ya lo hacen, en el crecimiento de su conocimiento y la sabiduría que les aportan sus lecciones.
Es tanto lo que tienen por delante y tanto lo que están empezando a tomar que pronto tomarán los días que están viendo como un pasado nuy lejano.
No necesitarán retomar muchos de los recuerdos que tienen.
Así es como nosotros les vemos ahora y les alentamos a seguir porque están realizando lo que juntos planeamos y lo que se tiene que dar. Y así es como por acuerdo mutuo entre ustedes y nosotros lo hemos acordado
Sigan con sus vidas. Sigan con sus “quehaceres” habituales, pero piensen que cada vez es un poco mejor porque ustedes no son el mismo que eran el día de ayer.
Sigan adelante pero reconsideren estas rutinas cada día y exploren nuevas opciones, diversifiquen sus actos y permitan que les lleguen nuevas inspiraciones.
Muévanse en alegría y en amor, nosotros caminamos junto a ustedes cogidos de la mano. Les amamos profundamente.
Publicado en: http://diosesdespertando.blogspot.com/
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